La norma ISO 14064 da respuesta al incremento de la preocupación por los efectos que produce el cambio climático, así como a buscar posibles soluciones para disminuir las emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera.
Las personas cada día se preocupan mucho más de los efectos que puede causar el cambio climático, por lo que las autoridades competentes se ven obligadas a crear medidas para controlar las causas que generan los efectos del cambio climático.
En 1997 ya era palpable la preocupación por el cambio climático, firmándose el Protocolo de Kioto. Este convenio surge de la preocupación generada por el aumento de la temperatura del planeta y por el aumento de las emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera. El fin que persigue el Protocolo de Kioto es la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
La preocupación pasó también a las organizaciones, no solo por la preocupación social sino por la nueva legislación que le afectaba directamente. Cada día aumenta más la comprensión de los efectos negativos que causa el cambio climático sobre el medio ambiente y los seres vivos que habitan en él. La consecuencia directa a la preocupación de la sociedad fue la creación de la norma ISO 14064.
La norma ISO-14064 “Gases de Efecto Invernadero” es una iniciativa que limita la emisión de gases efecto invernadero en las empresas, buscando herramientas que permitan realizar la cuantificación, el seguimiento, los informes y la verificación de las emisiones realizadas por las organizaciones.
- Conocimiento de los riegos que generan los gases de efecto invernadero.
- Facilita la identificación de los gases y como reducir su emisión.
- Mejora la imagen de la empresa a la hora de realizar un Sistema de Gestión Ambiental.
- Genera trasparencia, coherencia y credibilidad a la empresa.
- Reduce los costes operativos.
- La identificación de oportunidades de ahorro de costes en las organizaciones.
- Mejora de las redes de negocio y el alcance comercial.
- Hacer frente a las preocupaciones de consumidores, accionistas e inversionistas respecto a la política medioambiental de la empresa.
- Ventaja competitiva y acceso a los mercados internacionales más sensibles: europeos (Francia, Reino Unido, Alemania), asiáticos (Japón, China, Taiwán).
- La creación de un mercado de productos y servicios con reducida generación de carbono, dando respuesta a la demanda social y medioambiental actual.
- Permite presentar con confianza las credenciales de conformidad ambiental y logros en la reducción de emisión a la atmosfera de GEI.