A la hora de tomar una decisión podemos usar un mapa que nos guíe cuando la decisión es estructurada. Pero si no es estructurada, necesitamos “aventurarnos” y aquí es donde necesitamos hacer uso creativo de todos los recursos a nuestra disposición. Ya que en ocasiones son este tipo de decisiones las que nos acompañan en nuestro día a día.
Las decisiones estructuradas se toman de acuerdo con políticas, procedimientos o reglas que posibilitan la toma de decisiones en situaciones repetitivas, porque limitan o descartan alternativas. Para la toma de decisiones no estructuradas es importante saber analizar los problemas de forma sistemática y tomar decisiones lógicas… ¡o no tan lógicas! Hoy en día muchos problemas nuevos requieren de soluciones nuevas y creativas.
Algunas decisiones las tomamos individualmente y otras son compartidas. Para el éxito de estas últimas existen numerosas técnicas que nos pueden ser de ayuda y también precisamos habilidades que nos permitan comunicarlas a otras personas.