Los accidentes laborales siguen siendo una preocupación de trabajadores y empresarios de todos los sectores, que buscan nuevas maneras de atajarlos. Una formación adecuada y contar con medios materiales que garanticen la seguridad son dos de los factores esenciales para prevenir este tipo de accidentes, pero ¿qué hacer cuando esto no es suficiente?
Los programas BBS o Behaviour Based Safety (seguridad basada en los comportamientos, en español) nacen para dar un paso más allá en la seguridad laboral para las empresas que ya han hecho su labor en cuestión de formación y han asegurado que los trabajadores cuentan con los medios necesarios para trabajar de forma segura.
El exceso de confianza, la costumbre, las prisas, etc., hacen que los trabajadores lleven a cabo comportamientos de riesgo, aunque se hayan tomado medidas como instaurar carteles recordatorios, cursillo, formaciones… o, aunque la maquinaria con la que trabajan cumpla todas las normas de seguridad.
Es precisamente en el comportamiento humano y es sus razones en lo que se basan los programas BBS, que buscan identificar los factores que hay detrás de las conductas inseguras para después aplicar técnicas de intervención psicológica basadas en la psicología conductual, para así cambiar determinados comportamientos laborales.
Un programa BBS tiene como objetivo instaurar una verdadera cultura preventiva entre los trabajadores, principales destinatarios de esta metodología, y comienza con la observación de estos.
Los programas de SBC se basan en observar el comportamiento de los trabajadores (de forma planeada y no planeada) para identificar comportamientos inseguros; y después identificar las consecuencias que están motivando esos comportamientos, para eliminarlas o reducirlas.
Por otro lado, los comportamientos seguros que se observen deben ser reconocidos a través de consecuencias positivas, para así reforzarlos.
El curso tiene como objetivo la formación, comunicación e información de los diferentes escalones sociales y laborales, como un elemento básico para conseguir los objetivos compartidos de disminuir los accidentes de trabajo, en lo que puede definirse como una política decidida, para el fomento de la seguridad laboral. Priorizando la metodología práctica, con el fin de agilizar la adquisición del uso de herramientas para su aplicación.